San Petersburgo: Lugares de Interés

Lo que conocerás de San Petersburgo en cualquiera de nuestros tours.

Visita guiada en español. San Petersburgo, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, es llamada la “Venecia del Norte” debido a los innumerables canales, islas y puentes que fue necesario construir para drenar el terreno y encauzar el caudaloso Río Nevá. El lujo y la creatividad utilizados en su construcción, la opulencia de la corte zarista, pueden admirarse en los numerosos palacios, teatros, lujosas e imponentes fachadas que ornan las amplias avenidas, aquí llamadas “Perspectivas” (prospékt), atravesadas por ríos y canales de la ciudad. Podremos apreciar la principal «Perspectiva» de la ciudad – Avenida Névsky, con sus prestigiosos edificios: Palacio Ánichkov, Palacio Belozérsky, Catedral de Nuestra Señora de Kazán, Eliséev, etc.

Atravesaremos La Fontanka, río que cruza el centro urbano de San Petersburgo, así como el río Móika y el canal Griboyédov. Sobre este último se encuentra la célebre iglesia de San Salvador sobre la Sangre Derramada, de inconfundible estilo ruso con sus cúpulas multicolores y doradas, en forma de bulbo. El antiguo Palacio de Invierno, imponente residencia de los Zares, transformado en el Museo del Hermitage, domina desde su fachada Norte el curso del majestuoso Río Nevá. Al otro lado del río se alza la inconfundible silueta de la Fortaleza de Pedro y Pablo. No lejos se encuentran el acorazado “Aurora”, que inicio la Gran Revolución Rusa, y la Cabaña de Pedro el Grande: desde esta modesta vivienda de madera, el Zar seguía personalmente la evolución de la construcción de “su” ciudad, entre 1703 y 1708. En la isla Vasílievski se encuentran la Strelka, el Palacio Menchikov y el histórico edificio de la Universidad. Pasaremos ante el Almirantazgo y su imponente flecha dorada, símbolo de la fuerza naval rusa, en la que Pedro el Grande quiso cimentar su Imperio. Veremos su estatua ante el edificio del Senado y la Catedral de San Isaac, con sus gigantescas columnas de granito rojo de Finlandia. La plaza Teatrálnaya alberga los edificios del Conservatorio y el célebre Teatro Mariinsky (antes Kirov). Terminaremos ante la bella Catedral de San Nicolás de los Marinos, rodeada de canales.

Visita de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo.

La fortaleza está situada sobre la isla Zayachi (de conejo). Esta isleta fue escogida por Pedro el Grande para construir allí en mayo de 1703 la fortificación militar ante los ataques de los suecos, que dominaban entonces en el Mar Báltico. La construcción de la obra fue dirigida por el arquitecto Domenico Tresini. La fortaleza cuenta con seis murallas cuya altura máxima es de 12 metros, y seis bastiones. En 1787, todas las edificaciones que daban al río Neva fueron revestidos de granito. La alameda central que conduce a la Catedral de San Pedro y San Pablo es una de las mejores obras de Tresini. La misma Catedral fue erigida en 1712-1733, en el lugar de la primera iglesia de madera edificada en 1703 en homenaje de los apóstoles Pedro y Pablo. En su exterior se destaca la torre de 122 metros, rematada por una aguja que sostiene una esfera con un ángel manteniendo la cruz, obra de Rinaldi , y el reloj holandés que cada seis horas toca el himno nacional. En el interior de la catedral se destaca el iconostasio con iconos del pintor Mercúriev, las Tumbas de la familia imperial de los Romanov, un total de 32, decoradas en su mayoría con mármol blanco, entre las que se destaca la de Pedro el Grande, siempre adornada con flores frescas. En la explanada de la Catedral se puede visitar la Casita de la Barca y la Ceca que contiene una exposición de numismática. A espaldas de la Ceca se encuentran dos antiguas cárceles, la Cortina de Catalina La Grande y el Bastión del Príncipe Trubetskóy, de fama siniestra por las torturas que allí se imponían a los presos políticos de aquella época.

Palacio de Invierno: Museo de Hermitage.

El Hermitage se encuentra situado en el corazón de San Petersburgo, entre el malecón del río Nevá y la Plaza del Palacio. Ocupa cinco edificios unidos (el Palacio de Invierno, el Teatro de Hermitage, el Hermitage Pequeño, el Hermitage Viejo y el Nuevo Hermitage) que forman un hermoso conjunto arquitectónico. Actualmente el Hermitage atesora más de dos millones y medio de objetos culturales y artísticos de los pueblos de Europa y Oriente desde los tiempos más remotos hasta el siglo XX. La historia del Hermitage se inicia con Pedro el Grande, cuando adquirió varias obras de arte, entre las que se encontraban “David despidiéndose de Jonatan”, de Rembrandt y “La Venus de Táurida”. Se considera que el museo nació oficialmente en 1764, cuando un comerciante berlinés envió 225 cuadros a Catalina II en pago de unas deudas. Al recibirlos Catalina quiso que su galería no fuera superada por las colecciones de otros monarcas y comenzó a comprar casi todo lo que se vendía en subastas europeas.

 

El Palacio de Invierno, que pasó a formar parte del museo en el año 1922, fue durante dos siglos la residencia principal de los zares rusos. Había sido construido para la emperatriz Isabel, hija de Pedro el Grande, y sus fachadas, el interior de la iglesia palaciega y la majestuosa escalera principal son un raro ejemplo del llamado barroco ruso del siglo XVIII. Sin embargo, las salas del palacio son del siglo XIX, pues tras incendio de 1837 se reconstruyeron según la moda de la época. A pesar de que se convirtieron en salas de exposiciones no han perdido todo su esplendor. La más bella de todas es la sala Malaquita; sus columnas, pilastras, chimeneas, lámparas de pie y mesitas están decoradas con malaquita de los montes Urales. El verde vivo de la malaquita, combinado con el brillo del dorado y el mobiliario tapizado con seda de color frambuesa, determinan la impresión fantástica de esta sala.

Petrodvorets

A 29 km. de San Petersburgo se ubica esta antigua residencia de los zares,  compuesta por un parque colgante, que al principio se utilizaba como huerto y que después se convirtió en un precioso jardín conocido como Parque Superior. Dispone de hermosas fuentes,  como la de Neptuno, la de Encina y la de los Estanques Cuadrados. El Gran Palacio es realmente majestuoso. Su construcción pasó por varias etapas y arquitectos hasta que en 1745 Rastrelli le confirió el aspecto que actualmente tiene. El exterior cuenta con cúpulas doradas en forma de cebolla y tejados adornados con guirnaldas también de color dorado;  la fachada de 275 metros esta adornada en su parte frontal por un frontón. Es  impresionante la Gran Cascada, situada ante la entrada principal, realizada por Lebrond, Braunstein, Michetti y Zemscov en los años 1715 y 1724. Cuenta con 225 esculturas de bronce de color de oro y 64 fuentes.

En el interior se destaca la Sala de Gala con adornos de oro de gran calidad, la Sala Azul de las Audiencias, cuyas paredes están forradas con seda azul, la Sala de Trono ocupa todo el ancho del Palacio y está adornada con retratos de los zares y de su familia; en este salón se celebraron los bailes de gala y los grandes banquetes. En los alrededores del conjunto artístico se localiza el Parque Alejandra compuesto de jardines ingleses que van descendiendo hasta el mar, En su interior se halla el palacete gótico conocido como La Granja y una iglesia también de este estilo arquitectónico. En el Gottage se recogen los libros preferidos de Alejandra Fedorovna, la esposa de Nicolás I,  para la que fue construido el parque.

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